En la estrofa
número ocho, el sujeto es el yo lírico porque nombra las acciones en primera
persona. Podemos ver que este es pasivo ya que no es quien realiza la acción
sino que es quien la recibe. No participa activamente, se deja llevar. “Y me
empuja a ciertos rincones…”
En cuanto a cómo se ve expresada la
fragmentación en esta estrofa del poema podemos verla desde dos aspectos, por
un lado la fragmentación del hombre y por otro la de la realidad. En la parte
en que se nombra a "los huesos que salen por la ventana" podemos
tomarlo como una forma de representar la fragmentación del hombre ya que en vez
de nombrarlo como un todo nombra a esos huesos que son partes de ese todo que
sería el hombre. En contraposición encontramos "calles espantosas como
grietas"; esas grietas, que son roturas o separaciones en las calles,
expresan la fragmentación de la realidad.
Uno de los sentidos que se ponen en
juego en la estrofa numero ocho es la vista, ya que claramente es "huesos
que salen por la ventana" es una imagen visual y desagradable. Lo mismo
sucede con el sentido del olfato, cuando habla de "las zapaterías con olor
a vinagre", ya que el vinagre no es agradable al olfato. Dicho sentido
también se pone en juego, aunque no tan claramente como en el ejemplo anterior,
al nombrar a las casas húmedas, porque esto puede llevarnos a recordar el olor
a humedad, también poco agradable a este sentido. En resumen podemos decir que
ninguna de las imágenes sensoriales representan algo bueno, por el contrario,
son sensaciones que generalmente deseamos evitar.
Trabajo realizado por: Sofía Álvarez, Lucía Cantarelli y Agustina Rodríguez Fassanello.